El 30 de diciembre de 2011, el vicepresidente Boudou firmó el decreto 1006/11, con el que ordenó, “por razones de urgencia, la realización de los trabajos necesarios para la remodelación integral de la presidencia del Senado”.
Por esa refacción, fue denunciado por el dirigente político Juan Ricardo Mussa. Según acusaba, los gastos por cambios edilicios ascendían a 600 mil pesos. Entre ellos, supuestamente se incluía la instalación de un jacuzzi.
Daniel Lauro, director de Obras, Mantenimiento y Servicios Generales del Senado, declaró en la causa que se remodelaron tres baños y se hicieron trabajos de pintura en el despacho de Boudou y una sala de reuniones. Negó que se haya instalado un jacuzzi y sostuvo se trató de «sanitarios normales».
Juan Zabaleta, secretario Administrativo del Senado, señaló que el vicepresidente llevó al organismo una cinta de correr de su propiedad. Agregó que las remodelaciones costaron un total de 96.400 pesos, presupuesto presentado por la empresa Berenguer, el más bajo de los tres candidatos.
El vice fue sobreseído por el juez Norberto Oyarbide. «Carece de asidero sostener, a esta altura, que las refacciones se llevaron a cabo por un monto y procedimiento desconocido, cuando todo ello se encuentra debidamente documentado en el expediente», justificó el magistrado.